martes, 13 de noviembre de 2012

Ojos color extraño


Guarda secretos tras el aful de sus ojos, como que, aún sin tinta, ni pluma, ni hojas de bloc, es todo un poeta, aunque vaya de duro sin dárselas de nada. Es melómano como ninguno y nunca dejará de descubrirme nuevas canciones. Compartimos genes, ojos claros, piel muy blanca, y postres a medias. Y saltos en los conciertos, y algo de alcohol, ya sea en una copa elegante o en garrafas de plástico. Y noches de cine, y libros de los que envejecen porque pasan de mano en mano. Es uno de mis pocos interlocutores oficiales cuando se trata de conversaciones filosóficas, de los pocos que se atreve a abandonar lo cotidiano para hablar de los sueños.

Hoy tengo que robarle a traición sus propias palabras, de las que hace justo un año, para que quede demostrado que no os engaño: "No he descubierto el sentido de la vida. No ha acabado una fase de mi vida ni ha comenzado una etapa nueva. Ni lo que he vivido es inmejorable ni lo que viene va a ser lo mejor de mi vida. Lo único que puedo deciros es que me quedan menos sonrisas, y menos lágrimas.
Bueno, también puedo deciros que seguiré siendo el chico alto, de ojos de color extraño, que suelta la gracia elaborada en el momento inesperado. Seguiré siendo tímido, maníaco y selectivo. En realidad, el cambio no está hecho para mí".

Reconoce cuándo se escapa la lagrimilla y nunca verás en su mirada un atisbo de falsedad, y probablemente serán inexistentes las veces en las que no te ofrecerá su mano y su sonrisa.
Es mi primo, y desde hace tiempo, no sé qué haría si él no estuviese cerca, porque es una de las piezas fundamentales de mi puzzle particular. Gracias por tanto. Y felices veintiséis :)





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